라틴시네마·문화 Cine y cultura

파라과이 영화에 대한 스페인어 자료

alyosa 2009. 6. 27. 14:12

질문이 들어와 찾아본 파라과이 영화 자료... 아래 주소로 들어가면 되지만 안 열릴 때가 많아서 여기 갈무리 해놓음...

 

http://www.paraguaycine.com/cine_nacional.html#3

 

CINE NACIONAL

El Cine en Paraguay
Por Juan Manuel Salinas Aguirre



A la Espera del Cine Paraguayo
Por Hugo Gamarra Etcheverry



Historia del Cine en el Paraguay
Por Manuel Cuenca




El cine en Paraguay
Por Juan Manuel Salinas Aguirre

Hacer cine en Paraguay es para muchos un sueño inalcanzable. En cierta medida hay algo de razón en esto si se piensa que el costo mínimo de un rodaje en 35 milímetros puede alcanzar el millón de dólares, una suma que en nuestro país difícilmente se pueda recuperar.
Pero a pesar de todo Paraguay tiene en su historial algunas modestas producciones que nos dejaron un cierto legado fílmico.
El 7 de julio de 1900 los paraguayos conocieron la primera proyección de cine en el Teatro Nacional, hoy Teatro Municipal Ignacio A. Pane. Pero las primeras producciones llegarían varios años después de la mano de Hipólito Carrón y Guillermo Quell, con el apoyo de su sobrino Agustín Nicolás Carrón Quell. Estos comenzaron filmando documentoales con una rudimentaria cámara de madera marca Pathé adquirida de unos franceses. Estos llegaron al país para filmar la guerra del Chaco. Quell y Carrón realizaron el primer largometraje nacional llamado “Alma paraguaya”, un documental sobre la peregrinación a Caacupé. Luego filmaron el sepelio del Doctor Eligio Ayala, la llegada de los cañoneros, Humaitá y Paraguay, jornadas pugilistas en el recordado Parque Moroca, carreras de automóviles, y el viaje de un grupo de boy scouts a Brasil, Argentina, y Uruguay.  En 1937, hicieron un largometraje de ficción, “Paraguay, tierra de promisión”. El guión fue escrito por el compositor Remberto Giménez y dirigido por James Bauer, un realizador alemán exiliado en Argentina. La película tuvo como protagonistas principales a Fromiguet, un actor de radio-teatro y a la argentina Maruja Pacheco Huergo. El filme fue rodado en la quinta de los Weyler, en el “Gran Hotel del Paraguay”, y en el desaparecido bar “Vilá”, utilizando como extras a los mismos clientes. También registraron la primera intervención quirúrgica en 1947 en Paraguay cuando el Doctor Héctor Blas Ruíz extrajo del cuerpo de una mujer un tumor de 16 kilos. Pero los trabajos más recordados son los de la guerra del Chaco, entre las que se encontraba la llegada de los prisioneros bolivianos, luego de la captura del fortín Boquerón.
El primer trabajo sonoro llegó en 1947. La empresa petrolera norteamericana “Pure Oil” realizaba perforaciones en el Chaco y le encargó a Quell que capture todo en imagen.
El 7 de septiembre de 1957 el General Stroessner es invitado por el presidente brasilero Juscelino Kubitscheck, a un desfile militar. Durante su estadía el viejo dictador conoce a Domingo Soares, un director brasileño formado en la “Columbia Picture”. El encuentro coincidió con la idea que tenía Stroessner de filmar sus obras de gobierno. Soares es contratado y llevado posteriormente a Asunción donde vivió 13 años dedicándose gran parte a la realización de documentales y noticieros que se proyectaban en los cines. A él se deben trabajos como “Horizontes de cultura”, y “El hombre y la tierra”, entre otros. En este último hubo que recorrer casi todo el país para terminarlo. Hizo filmaciones que hoy podrían considerarse históricas como “Ruta del progreso” donde  se muestra la apertura de la picada desde Oviedo a hasta Ciudad del Este. También registró la construcción del Puente de la Amistad, del Hotel Guaraní, y de Martel, entre otros. Según el propio Soares actualmente todo ese material se encuentra en manos de Carlos Biedermann.

En 1964 surge un movimiento de artistas audiovisuales bautizado con el nombre de “Cine Arte Experimental” con Carlos Saguier al frente. Entre sus miembros estaban Tomás Palau, Jesús Ruiz Nestosa y Antonio Pecci. Se comienzan entonces a producir una serie de cortos y mediometrajes en 16 milímetros. El “Taller Universitario de Cine” aparece a finales de los 70, organizado por estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica que dura hasta 1983. También en la década del 80 aparece Hugo Gamarra, un realizador formado en Justin, Texas, y en la escuela de cine San Antonio de los baños en Cuba. Entre sus trabajos más sobresalientes  se encuentra “Peregrinación a Caacupé”, mediometraje documental hecho en 16 milímetros, “El portón de los sueños”, también documental basado en la vida de Augusto Roabastos grabado en vídeo Betacam, y “El Toque del oboe”, coproducción paraguaya-brasileña, dirigida por el brasilero Claudio MacDowel. Gamarra fue el autor y coproductor del filme. “Miss Ameriguá”, dirigida por el chileno Luis Vera, fue otra producción en la que Paraguay intervino.
Los hermanos Gaia y Augusto Giménez son nombres que casi nadie conoce. Sin embargo, hicieron varios importantes trabajos tras estudiar en el Instituto de Cine de Moscú. Gaia tiene un largometraje de 60 minutos sobre los regímenes dictatoriales en América Latina financiado por “Moscú filmes”, y Augusto Giménez, escribió cerca de 30 guiones, de los cuales 12 fueron realizados en el “Instituto de cine de Moscú”.
También la obra de Luis Casco Pane es digna de ser conocida. Tras haber estudiado en Córdoba, Argentina, dirigió tres cortometrajes producidos en Córdoba y Asunción. Un cuarto y un largometraje en 16 milímetros quedaron por la mitad a falta de presupuesto.
Guillermo Vega, otro nombre olvidado, dirigió películas como Cerro Corá, una producción de 600.000 dólares que narra la guerra de la Triple Alianza, “La voluntad de un pueblo”, y “Kapanga”. Carlos Saguier tiene importantes trabajos como “El pueblo” hecho en 16 milímetros, además de un filme inconcluso del cual fue director de fotografía: “Zamma”, dirigido por el argentino Nicolás Sarquís.
En la actualidad, los nombres más significativos dentro del campo audiovisual son Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori. Trabajos como “La lección de piano”, y “Artefacto de primera necesidad” son bien conocidos en el ambiente local. Finalmente se aventuraron al filmar en 35 milímetros “Amor basura”, un mediometraje con la participación de David Kavlin y Alejandra Siquot estrenado este año en los cines del Shopping del Sol. Marcelo Martinessi tiene también cortometrajes interesantes como “El regreso”, “Condominio” y “La última cena”. Y la lista continúa. Jóvenes como Aramí Ullón, Jerónimo Buman, el nuevo dúo Renate Costa y Augusto Neto, Paz Encina, Enrique Collar, y Darío Cardona son algunos de los miles realizadores que buscan afianzar el audiovisual en nuestro país.
Quizás después de todo, el cine paraguayo es posible.








A LA ESPERA DEL CINE PARAGUAYO - Diciembre 2005
Por Hugo Gamarra Etcheverry (*)

Paraguay es uno de los pocos países del continente americano con casi ninguna novedad cinematográfica a nivel internacional durante el 2005. Pero esto está por cambiar. No se trata sólo de fe y esperanza. Se registraron tantas actividades y destacados avances del audiovisual durante el 2004 y 2005 que resulta propicio un panorama de actualidad, anticipando la esperada visibilidad del cine paraguayo.

ANTECEDENTES DE UN PAIS INVISIBLE

Este país pequeño de cultura eminentemente oral y bilingüe (poco más de 5 millones habitantes), condenado a la miseria por la infame Guerra de la Triple Alianza (1864-70) cuando era uno de los países más independientes y adelantados del continente, no consigue salir del ostracismo, del autoritarismo y de la inequidad socioeconómica instalados por las dictaduras más largas del continente (el Dr. Francia en el siglo XIX y el Gral. Stroessner en el XX). “Una isla rodeada de tierra” la nombró Augusto Roa Bastos, el paraguayo más ilustre y universal, que en abril de este año partió definitivamente de su tierra (donde vivió sus últimos 10 años) pero dejó un incólume símbolo de dignidad, identidad y esperanza en el conciente colectivo de los paraguayos.

Paraguay sigue siendo casi invisible, sin tradición ni legislación cinematográfica, sin instituto de cine ni televisión estatal, pero se están dando significativos pasos para que el audiovisual paraguayo adquiera mayor relevancia y se dé conocer al mundo. En mi artículo “¿Existe el cine paraguayo?” (1) anunciaba que en el 2001 había empezado a gestarse una nueva ola, marcada por un movimiento sostenido de cultura cinematográfica (promovido desde 1990 por la Fundación Cinemateca del Paraguay) y la accesibilidad de la tecnología digital, que ha permitido una autonomía de producción y autoría como pocas veces se ha dado en la historia discontinua del cine paraguayo (mayormente compuesta por coproducciones internacionales). Señalaba también la necesidad de mayor capacitación profesional y de medidas de estímulo o fomento, principalmente la urgencia de legislación para el área; y consideraba como mayores desafíos la formación continua de espectadores (colonizados la gran mayoría por películas norteamericanas que dominan la cartelera comercial) y la unificación de los profesionales paraguayos para construir y exigir juntos el derecho inalienable de una expresión audiovisual propia. Como pasaré a ilustrar, en dos años, mucho se ha avanzado en todos estos frentes.

FORMACIÓN DE PÚBLICO Y PROFESIONALES

El auge en la producción actual está sustanciado, como no podría ser de otra manera, por mucha actividad en la promoción de la cultura cinematográfica y, aunque en forma insuficiente, en la capacitación profesional.

La ausencia de una escuela de cine es cubierta en parte por el Instituto de Comunicación Audiovisual IPAC, que opera hace 16 años, y dos universidades privadas que ofrecen licenciaturas en comunicación audiovisual, la más antigua con apenas cinco años. La gran mayoría de los jóvenes realizadores es egresada del IPAC y de instituciones extranjeras, como la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (EICTV) y la Universidad del Cine de Bs. As.

En los últimos años se ha notado un valioso apoyo de misiones diplomáticas extranjeras para el desarrollo de la cultura cinematográfica y de la capacitación profesional. Los servicios culturales de las Embajadas de España, Francia y Alemania son los más comprometidos en esta acción. Gracias a ellos se han realizado cursos y talleres con profesionales nacionales y extranjeros, el anual Concurso de Video Arte Digital, la visita del comité ejecutivo de Ibermedia, la restauración de las primeras vistas filmadas por paraguayos (en 1925), charlas temáticas y muestras monográficas.

Mientras obras como El Portón de los Sueños (1998, Dir. Hugo Gamarra E.) Era premiado en el 1º Festival Mercosur de Cine y Video Documental en Avellaneda (Arg. 2003), Miramenometokei (2002 Dir. Enrique Collar), Maria Escobar (2002, Dir. Galia Giménez) y Requiem para un Soldado (2002, Dir. Galia Giménez) eran presentados en festivales internacionales (como Chicago, Toulouse y Washington DC), el género documental se hallaba en etapa de germinación. Éste tuvo su despegue en el 2005.

La Fundación Cinemateca del Paraguay había tenido a su cargo la selección de un grupo de nuevos talentos para el Curso Taller de Documentales (marzo 2004) que donó la EICTV al Paraguay, en homenaje a la visita de Augusto Roa Bastos a Cuba. Varios de los egresados empezaron a hacer documentales en el 2005. El IPAC contribuyó a la promoción del género con el concurso de producción titulado “D-7”. En agosto pasado, la Fundación Cinemateca y el Festival Internacional de Cine presentaron el 1º Festival y Seminario Internacional de Documentales (FESTIDOC 2005), al que acudieron profesionales de la región y en el que se presentaron seis producciones de factura nacional. Este hecho inédito e histórico en Paraguay obtuvo un sorprendente éxito de público y de participantes, extendiendo el programa a la ciudad de Cnel. Oviedo (5º Departamento Caaguazú). Fue posible gracias al aporte de la Fundación Jan Vrijman de Holanda y de las misiones de Francia y Argentina en Paraguay, entre otras entidades auspiciantes.

Seguido a este acontecimiento se estrenó en Asunción del documental largometraje Cándido López: Los Campos de Batalla (Argentina-Paraguay 2005, director José Luis García), que obtuviera el Premio del Público Película Argentina en el BAFICI 2005. En su opera prima, el cineasta argentino intentó, como el admirable soldado y cronista pictórico argentino Cándido López, un testimonio verídico de la Guerra de la Triple Alianza (1864-70) en la que Argentina, Uruguay y el Imperio del Brasil combatieron contra el Paraguay y cuya conclusión llegó, en palabras del presidente de Argentina Domingo F. Sarmiento, “por la simple razón que hemos matado a todos los paraguayos de diez años arriba”. La película es además un obsesivo viaje por la geografía de esa guerra y un valioso documento hacia la memoria de esta región hoy conocida como Mercosur.

Y el ya tradicional Festival Internacional de Cine llegó en octubre 2005 a su 14ª edición, despertando gran interés con el lema “La mujer en el cine”. El Festival ha venido creciendo en forma sostenida: de sus iniciales 1.700 espectadores en 1990 a más de 18.000 en la última edición, incluyendo más de 8.000 niños y jóvenes estudiantes que asistieron a la Sección Cine para la Infancia y la Juventud(2), el que contó con el apoyo del Fondo Nacional de Cultura, las Naciones Unidas en Paraguay y el Centro Paraguayo Japonés.

Considerando que no cuenta con subvención alguna (ni estatal ni municipal), el Festival Internacional de Cine ha logrado la proeza de ser el proyecto cultural más constante y de mayor longevidad y diversidad internacional que registra el Paraguay. Además de promover el conocimiento del mejor cine mundial, propiciar las dos únicas coproducciones fílmicas de los 90 (Miss Ameriguá y El Toque del Oboe con Chile-Suecia y Brasil respectivamente), alentar a los talentos nacionales y sostener las relaciones internacionales con instituciones y personalidades, el Festival organizó el Foro Internacional de Cine, Cultura y Desarrollo (2001) y el 1º y 2º Foro de Cine del Mercosur en Paraguay, cuyos temas fueron en el 2004 la legislación audiovisual y en el 2005 las coproducciones internacionales. De estas maneras, el Festival se propuso incitar y reforzar la creación de una secretaría estatal de cine y de un proyecto de ley para el cine paraguayo.

A esta empecinada labor, que ha prevalecido desde 1990 a la actualidad, se sumaron esporádicos esfuerzos de la Organización de Profesionales del Audiovisual Paraguayo (OPRAP), de la Cámara de EmpresasProductoras de Cine y TV (CAMPRO), y finalmente del movimiento Gente de Cine, el que tuvo el gran mérito de aglutinar y organizar las fuerzas con una periódica intercomunicación por Internet y convocatorias para reuniones puntuales.

Se dio así, en forma relevante y consensuada, que todas las entidades del audiovisual paraguayo (3) se unieran para empujar la creación de la Dirección Nacional del Audiovisual. El Viceministro de Cultura propició entonces en el 2004 la primera instancia de carácter oficial para la cinematografía paraguaya, atendiendo tanto los reclamos locales como el de la Reunión Especializada de Autoridades Cinematográficas y Audiovisuales del Mercosur (RECAM). Otros admirables logros en conjunto de estas entidades fueron la redacción de un proyecto de Ordenanza Municipal del Cine (aún en estudio por las autoridades municipales de Asunción) y del Proyecto de Ley del Cine y el Audiovisual Paraguayo, en cuya elaboración participaron doce profesionales representantes de las entidades citadas, con el apoyo del Vice Ministerio de Cultura.

El Proyecto de Ley, que plantea como medidas centrales la creación del Instituto del Cine y el Audiovisual Paraguayo (ICAP), el Fondo de Fomento Audiovisual y la Cinemateca Nacional, exoneraciones tributarias para los que inviertan en producciones nacionales, tasas especiales para algunos sectores vinculados al rubro y una asignación del presupuesto general de la nación, fue muy bien acogido por tres diputados de la nación: Iris Rocío González, Rafael Filizzola y Héctor Lacognata (ninguno del partido Colorado gobernante). Éstos propusieron el Proyecto de Ley a la Cámara de Diputados en julio 2005. A fines de año, logrando la aprobación de dos instancias sin enmienda y faltando la aprobación de otras dos, su estudio en la Cámara fue postergada ante el desacuerdo de los sectores de la televisión y la publicidad, los que reclaman revisión de ciertos puntos en los que se sienten afectados. Sin embargo, ninguno dice oponerse a la fundamentación y los objetivos del Proyecto de Ley, dando lugar a una negociación que se ha iniciado en buenos términos.

La Dirección Nacional del Audiovisual, a cargo de María de Fátima Banks (productora de destacada trayectoria) ha tenido un año y medio de dura gestión ocupándose, virtualmente sin recursos propios, de muchas asignaturas pendientes a nivel nacional y regional, ante la incredulidad de muchos colegas pero el apoyo de una mayoría. La instancia pública, a través de otros entes, ha hecho importantes contribuciones desde el 2004.

El Fondo Nacional de Cultura (FONDEC) ha designado regularmente aportes al área audiovisual y el Centro Cultural de la República Cabildo (dependiente del Congreso Nacional) abrió el Museo del Cine y el Video Paraguayos, realizó el Concurso de Cortometrajes “Premio Cabildo 2005” y ejecutó exitosamente el ambicioso emprendimiento “Paraguay de Película”, con el Seminario “Introducción a la Historia del Cine Paraguayo” y una muestra de películas que se extendieron seis meses. El proyecto fue diseñado por Rocío Ortega y Manuel Cuenca (bajo la dirección de Margarita Morselli), con motivo de los 105 años de la primera exhibición de cine en Paraguay, 100 años de la primera filmación realizada en Paraguay, 80 años de las primeras filmaciones paraguayas y 40 años de transmisión televisiva. Fue otro acontecimiento muy importante y exitoso para el cine nacional.

NOVEDADES EN LA PRODUCCIÓN

Gran expectativa y revuelo causó la idea de Hollywood en el territorio paraguayo, cuando el director-productor norteamericano Michael Mann manifestó en marzo 2005 su interés de utilizar ambientes de Ciudad del Este (fronteriza al Brasil y la Argentina) para rodar escenas de la superproducción División Miami. Finalmente, el rodaje de sólo tres días se realizó en el mes de noviembre, con gran atención de los medios de comunicación nacionales, curiosidad de muchos y la contratación de profesionales paraguayos. Tanta conmoción, inclusive a nivel de altas autoridades, sirvió para demostrar tanto el carácter complejo e industrial del cine como la disponibilidad de atractivos escenarios autóctonos y de recursos humanos calificados.

Dos largometrajes de otro carácter, aunque también en soporte 35 mm, terminaron su etapa de rodaje en el 2005 y están en proceso de postproducción. Se trata de las producciones con Argentina: Detrás del Sol – Más Cielo dirigida por Gastón Gularte (de Misiones, Argentina), con una trama de frontera interpretada por actores argentinos y paraguayos; y Hamaca Paraguaya, filmada totalmente en el interior del Paraguay, escrita y dirigida por la paraguaya María Paz Encina (egresada de la Universidad del Cine de Bs. As.). Ésta había obtenido su primer aporte internacional en el Buenos Aires Lab, ganando luego adjudicaciones del Fonds Sud de Francia y del World Film Fund de Berlín entre otros, ya con la producción a cargo de la renombrada argentina Lita Stantic. Aunque la película también cuenta con aporte del FONDEC, se ha convertido en el caso único de un filme de autoría totalmente paraguaya y financiamiento mayormente extranjero.

Luego de obtener el Primer Premio con el corto Emuhno en la 2ª Bienal Interamericana de Video Arte del Centro Cultural del BID (2004), Rafael Kohan y Agu Netto realizaron dos largometrajes en formato digital: el documental Recht – Links y la ficción Acople. El primero recoge testimonios de los siete sobrevivientes del holocausto residentes en Paraguay, en una construcción impecable y emotiva, tanto por su factura técnica como narrativa. El segundo es un deliberado ejercicio al estilo Dogma, bien logrado como retrato generacional de la juventud asuncena pero incoherente en su formulación narrativa.

Un caso especial es el de José Eduardo Alcázar, quien ha vuelto al Paraguay después de muchos años en el Brasil. Con aporte del Hubert Bals Fund finalizó en formato digital un filme que había rodado en Brasil y permanecía inconcluso. Se trata de O amigo Dunor, el que se presentó en el Festival de Rotterdam 2005 hablada en portugués y como coproducción Brasil-Paraguay.

Otra obra valiosa en el naciente género documental es el realizado por Eduardo Mora y Virginia Ferreira: Cenizas, sobre un grupo de ancianos trabajadores ferroviarios jubilados, que recuerdan sus vivencias en el último taller de locomotoras a vapor del mundo, todo un orgullo del Paraguay siglo XIX librado recientemente al robo y el abandono. A través de los testimonios de vida, el documental denuncia la dramática indiferencia nacional hacia su pasado y patrimonio históricos.

Y también en el género documental se destacan dos cortos escritos y dirigidos por el periodista e investigador paraguayo Miguel López: Trabajadores del Río sobre la difícil vida de los pescadores que viven en los alrededores de Asunción y Cine Muá dedicado a repasar la historia desconocida e intermitente del cine paraguayo.

La producción, tanto en lo profesional como semiprofesional, ha sido promocionada por diversos concursos nacionales que apenas dos años atrás no existían: además de los ya citados “D7”, “Video Arte” y “Premio Cabildo”, se realizaron los concursos “Cortometrajes Baviera” (importante marca de cerveza nacional) y “Tekoporã ha Tekojoja Rekávo de Helvetas Paraguay” (dedicado al cruce de experiencias urbano-rurales). De esta manera, se realizaron alrededor de 80 cortos en video digital, entre cuyos realizadores se pueden destacar Jerónimo Buman, Roberto Rodríguez, Javier Valdéz, Miguel López, Silvana Rial, Federico Gamarra y Esteban Areco.

Si a toda esta producción juntamos las dos exitosas series televisivas realizadas en el 2005 (“González vs. Bonetti” y “Ánimo Juan”) y damos cuenta de diez proyectos largometrajes documentales y ficción (formato digital) en diversas etapas de ejecución, mayormente paraguayas en autoría y producción, estamos ante una realidad hasta hace poco impensable en la historia del audiovisual paraguayo. (4)

CONCLUSIONES

Creo que la suma de estos importantes e históricos pasos coinciden en los siguientes puntos: a) el público paraguayo está aprendiendo a reconocerse en la pantalla y a valorar los productos audiovisuales como memoria de tiempos pasados y como importante expresión artística y social; b) reflejando el gran porcentaje de la población paraguaya, los prometedores realizadores actuales son jóvenes (entre 25 y 35 años), aunque los de generaciones anteriores apoyan ya sea el proyecto de ley, la formación profesional y/o el desarrollo de la cultura cinematográfica; c) los afanes en la producción van a la par de esfuerzos en la construcción de marcos legales e institucionales; y d) interesa a la absoluta mayoría de los realizadores, desde la ficción y el documental, la exploración de la actualidad social y de una identidad cultural propia. En referencia a este último punto, puedo resaltar que se ha afirmado y expandido la tendencia hacia el espejo cultural y el rescate de la memoria que había indicado en mi artículo del 2.003.

Un aspecto a ser atendido en forma urgente es la formación de guionistas, ya que una debilidad notable en la mayoría de las obras es la construcción narrativa. También debe realizarse el Foro Nacional del Audiovisual propuesto por la Fundación Cinemateca y extenderse esfuerzos hacia el interior del país, sobre todo en lugares como el 5º Departamento Caaguazú, el que lidera a nivel nacional una política cultural y artística como no tienen Asunción ni otra ciudad o gobernación del país. De allí y otros lugares pueden surgir jóvenes talentos durante los próximos años.

Y a la par de consolidar el Proyecto de Ley, debe potenciarse al máximo la participación en la RECAM.(5) Esta entidad sigue afianzando la integración con programas destinados a vencer las asimetrías entre los países y, entre otras acciones, ha constituido el Observatorio Mercosur del Audiovisual, a cargo nada menos que del prestigioso investigador argentino Octavio Getino.

El futuro del cine paraguayo se encuentra así, al primer lustro del siglo XXI y en medio de graves problemas socioeconómicos que vive el país, ante un crecimiento sostenido y una coyuntura auspiciosa. Con la valiosa cooperación extranjera, está librando una lucha estratégica por la soberanía de su propia imagen. Todo depende de que persistan los esfuerzos conjuntos y que se sigan dando pasos decisivos en las direcciones correctas.

(*) Cineasta paraguayo egresado de la Universidad de Texas en Austin, EE.UU. Propietario de Ara Films Producciones. Presidente-fundador de la Fundación Cinemateca del Paraguay y Director-fundador del Festival Internacional de Cine del Paraguay. Docente universitario.

NOTAS:

  • Cinémas d´Amérique Latine nº 11, 2.003
  • Este programa se inició en el 2.002 por iniciativa de la dirección del Festival Internacional de Cine, dando continuidad al programa educativo-cultural “Descubriendo el Paraguay desde el Cine” que había ejecutado la empresa Ara Films Prod. en el 2.000-1. Además de las exhibiciones con debates, el Programa incluye jornadas de capacitación para docentes en el uso de películas en el aula.
  • Las entidades actuales, en orden de antigüedad son: Fundación Cinemateca del Paraguay, Festival Internacional de Cine, Organización de Profesionales del Audiovisual, Cámara de Empresas Productoras de Cine y Televisión, Gente de Cine y Dirección del Audiovisual.
  • Algunos de los realizadores con proyectos en producción son de la nueva generación: Renate Costa, Leticia Coronel, Rafael Kohan y Agu Netto; intermedia: Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori; y de la generación anterior: Ray Armele, Manuel Cuenca, Hugo Gamarra, Enrique Collar y Galia Jiménez.
  • La RECAM aglutina hoy a autoridades del cine y el audiovisual de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, más Bolivia, Chile, Perú y Venezuela



EL CINE EN PARAGUAY
por Manuel Cuenca
manicuenca@yahoo.com

Manuel Cuenca es periodista, documentalista, actor y productor. En 1966, a los doce años, empezó su larga relación con la televisión que luego se amplia hacia el cine con su participación en “Réquiem por un Soldado” “Maria Escobar” y “El invierno de Gunter”. En los últimos años produce y conduce “La Revista de la Semana” del noticiero “24 Horas” que se emite por el Sistema Nacional de Televisión y colabora con el programa “El Mundo Informa” de la cadena CNN en Español.

1900: PRIMERA PROYECCION CINEMATOGRAFICA EN PARAGUAY.
En Paraguay, se realizó la primera exhibición de “vistas de actualidad”, en junio de 1900. Habían pasado sólo cinco años después de la primera proyección pública del cine en el mundo realizada en París, Francia.
Diez fueron las películas exhibidas, en ocasión, en el Teatro Nacional en Asunción, luego Teatro Municipal. Tenían alrededor de cinco minutos de duración, cada una, eran en blanco y negro y mudas: “Juego de niños”, “Artistas de circo”, “Jardín de plantas en París”, “Una doma en México” y “Maniobra de la armada española”, entre otras. Se utilizó un proyector de un argentino de apellido Parraviccini.
Un periódico de la época menciona que, jóvenes de la alta sociedad asunceña, que fueron a presenciar la proyección, armaron disturbios debido a que la proyección languidecía a cada rato, impidiendo una buena visión, como era normal en aquella época. Los jóvenes fueron a pasar la noche en la Central de Policía, al lado del Teatro Nacional.
Proyectores de esa época no utilizaban energía eléctrica. Se generaba, pues, la luz con una sustancia química llamada carburo, que iluminaba por unos minutos la imagen, pero luego se debilitaba. Entonces, el operador cargaba más carburo y la luz volvía.

Luego de este “bautismo” cinematográfico, se habrían seguido realizando proyecciones, en los años siguientes.

1905 - LAS PRIMERAS FILMACIONES

En Paraguay, se filmó desde 1905, diez años después que se realizaran las primeras proyecciones en Paris, Francia y cinco años después de que se realizaran las primeras proyecciones en el Paraguay.
El precursor es Ernesto Gunche, argentino radicado en Paraguay, quien es también conocido por las postales de principios del siglo 20, en el Paraguay. Gunche vino a Paraguay y adquirió las casa de fotos de su compatriota Eduardo San Martín.
Gunche compro una cámara de cajón, con manivela a mano que utilizaba película de 35 milimetros, de un ciudadano alemán. Intentó filmar episodios de la Revolución de 1904. Pero no pudo hacerlo, ya que fue detenido por las dos facciones liberales en pugna. Se refugio en un barco argentino, en la bahía de Asunción. Cuando Gunche nuevamente intentó filmar, su pelo fue chamuscado por un disparo de salva de cañon, que los argentinos hacían a favor de la facción a la cual apoyaban, mientras los brasileros hacian lo mismo, a favor de la facción contraria.
En 1905, terminada la revolución, filmó las primeras películas hechas en Paraguay y las exhibió en el Teatro Nacional (luego Municipal), el 22 de agosto de 1905. Cada película tenía alrededor de cinco minutos, como era normal en esa época. Eran en blanco y negro, y eran mudas ya que todavía no se utilizaban métodos de sonorización.
Las primeras películas fueron documentales que mostraban, según el diario El Paraguayo: “el Mercado Central, el traslado de la Virgen de la Asunción de la iglesia hasta la casa particular, el desfile del marcial Cuerpo de Bomberos al mando del Comandante González, vista donde aparece multitud de personas conocidas, su excelencia el Presidente de la República Dr. Cecilio Báez, en compañía del Ministro de Guerra, Gral Benigno Ferreira”.

1905 – 1925: EXTRANJEROS FILMAN EN PARAGUAY
De 1905 hasta 1925, numerosos extranjeros realizan documentales en Paraguay.
En 1910, Gunche junto al tambien argentino Eduardo Martínez de la Pera, filmó documentales sobre las Misiones y sobre las Cataratas del Yguazú y los Saltos del Guaira
En 1917, el misionero británico, W.B. Grupp filmó “Los lenguas, la primera tribu evangelizada del Chaco”, en una misión anglicana, situada cerca de Pozo Colorado. Es la película más antigua filmada en Paraguay que se conserva. Muestra costumbres y tradiciones de los indígenas y cómo los misioneros los “civilizan” enseñándoles nuevos hábitos de higiene, alimentación y prácticas religiosas. En esta película se registra la que podría ser la primera escena cómica del cine paraguayo, en que una mula se resiste a que los misioneros le carguen pesados fardos.
En 1920, un profesor norteamericano W. O. Runcie, filmó yerbales y los Saltos del Guaira, destinadas a clases de geografía . En 1922, hay registros de la Paraguay Films, sin mayores referencias. En la revolución de ese año, se realizaron “vistas del Ejército en Campaña, filmadas por Vicente Scaglione, con gran peligro de su vida”. Las vistas fueron exhibidas en Cine Granados .
En 1922, el alemán Hans Krieg, director del zoológico de Berlín, inicia una expedición al Chaco, desde el Rio Pilcomayo, cerca de la frontera con Bolivia hasta Puerto Suárez sobre el Rio Paraguay. Sus filmaciones fueron reunidas en dos documentales tituladas: “Los indígenas del Gran Chaco” y “Expedition Paraguay”.
En “Los indígenas del Gran Chaco”, se ve la vida diaria de los nivaklé en las riberas del Río Pilcomayo, muy similar a la que habrán llevado antes de su contacto con expedicionarios europeos, pero ya con la incorporación de hachas de metal. Hay una secuencia donde un shamaán “succiona” las enfermedades del cuerpo de una anciana paciente.
En “Expedition Paraguay” se observa el paso del Rio Pilcomayo en carretas tiradas por bueyes, la ciudad boliviana de Villa Montes, las estribaciones andinas, la creciente –probablemente- del rio Timane, gran variedad de flora y fauna, incluyendo a osos hormigueros y ñandu, que corresponderían a la primera expedición de Krieg. Otras imágenes como las de colonos extranjeros (quizás mennonitas) y de un mono perezoso, aparentemente, fueron filmadas en una segunda expedición en 1936, luego de la Guerra del Chaco, que abarcó la Región Occidental del Paraguay y el sur del Brasil.
En 1923/24, Emilio Peruzzi, conocido realizador italo-argentino, filma la documental “Tribus salvajes”, con los indios maka y de Argentina y Paraguay. Fue exhibida con suceso en Sudamérica y Europa.
En 1922/24, el Marques De Wauvrin, científico y documentalista de origen belga, filmó sus incursiones por la Región Oriental y por el Chaco Paraguayo. Estrenó en Paris: “En el corazón de América del Sur desconocida”, “Entre los indios hechiceros”, “Los indios del Gran Chaco”, “Las cataratas del Iguazú”, “La América exhótica”, “El Paraguay” “Las plantaciones de caña de azucar en el noroeste de la Argentina”.
Las documentales de De Wavrin, filmadas en el Paraguay, están desaparecidas.
Todos las películas antes mencionadas realizadas por extranjeros en el Paraguay, son en 35 milímetros, mudas, en blanco y negro. A excepción de “Los lenguas...”, “Los indígenas del Gran Chaco” y “Expedition Paraguay”, están desaparecidas - no se puede localizarlas- o se destruyeron con el tiempo debido a su delicado soporte, donde se utilizaba nitrato altamente inflamable.

1925 – 1931: PRIMERAS PELICULAS HECHAS POR PARAGUAYOS
En 1925, se estrena la primera película hecha por paraguayos. Se trata de “Alma paraguaya” sobre la peregrinación a Caacupé, donde aparece Monseñor Juan Sinforiano Bogarín. Fue realizada con una cámara aparentemente adquirida a una frustrada expedición europea al Chaco. La compra fue realizada por Hipólito Jorge Carrón, y sus dos hermanos Agustin Carron y Jose A. Carron.
Hipolito Carron empezo a filmar con la ayuda de su adolescente sobrino Agustín Carrón Quell, con 13 años, como asistente de cámara. De lo que se tiene noticia, éstos son los primeros paraguayos que filman en el país. Son documentales en treinta y cinco milímetros, mudas, cuyas duraciones varian entre uno y veinte minutos, de acuerdo a los rollos que se conservan.
Los Carrón Quell filmaron: vistas de una “Procesión” (1925), quizás sea una parte de “Alma Paraguaya”; y “La catástrofe de Encarnación” (1926), sobre el tornado que afectó a esa ciudad. Es importante mencionar que esta película recorrió las poblaciones a lo largo de la vía férrea de Paraguay y Argentina, a fin de recoger fondos para las víctimas de la tragedia. Accidentalmente nació así el primer cine-movil ferroviario en el Paraguay.
Los Carrón Quell tambien filmaron: “Viajes de boy scouts a Brasil, Argentina y Uruguay” (1925-1926), “Manifestaciones frente a la Escuela Militar y Congreso” (1928), “Sepelio de Eligio Ayala” (1930), sobre las exequias del ex - presidente paraguayo, “Revista militar en Campo Grande” y “Desfiles militares” entre otros.
También en esos años, se filmó una película que muestra detalles de la construcción del Seminario Metropolitano, que fue inaugurado alrededor de1925. Registra momentos en que los fieles católicos traían en donación ladrillos y piedras en carretas, para la construcción.
En el año 1931, Hipólito Carrón dejó de filmar, por razones de salud, pero siguió haciéndolo su sobrino preferido Agustín Carrón Quell, quien empezó a utilizar el formato de 9 mm, de mucho menor costo que el de 35 mm. Realizó, en el puerto de Asunción, “Llegada de los cañoneros Paraguay y Humaitá” (1931), “Vistas aéreas de Asunción”, el local del Automóvil Club en la bahia de Asunción, “Jornadas de boxeo en el Parque Morocoa”, “Raids automovilísticos”, entre otros.

1932 – 1935: EL CINE DURANTE LA GUERRA DEL CHACO
Existen películas que muestran, desde el lado paraguayo, la Guerra contra Bolivia. Fueron exhibidas, tanto en el país como en el exterior, con fines de propaganda favorable a la causa del Paraguay.
Una de ellas muestra la Asunción de la época y la llegada de prisioneros bolivianos; campos de batalla; al Mariscal Estigarribia y sus comandantes y una presentación artística del actor José L. Melgarejo, en las trincheras. Fue filmada en película muda, en blanco y negro.Se desconoce el nombre de su realizador, aunque Agustín Carrón Quell filmó en esos años la llegada de prisioneros a Asunción
Otra de las películas sobre la guerra con Bolivia, se debe al argentino Roque Funes. Se trata de una documental de 52 minutos titulada “En el Infierno del Chaco”. Incluye tomas de la firma del tratado de paz entre Paraguay y Bolivia, firmado en Buenos Aires, en 1938.
De las realizadas en Paraguay, esta es la primera película sonora. Además del relato y la música, estarían registradas las voces del presidente Eusebio Ayala y del entonces General José Félix Estigarribia, Jefe del Ejército en Campaña.
En agosto de 1935, la empresa alemana UFA, filma el Desfile de la Victoria, realizado en Asunción, dos meses después de Protocolo de Paz, que trajo el cese de fuego en la Guerra del Chaco. La película es en blanco y negro, sin sonido. En ella se puede apreciar la Avenida Mariscal López, donde desfilan tropas a pie y a caballo y piezas de artillería, mientras los espectadores arrojan flores y agitan sus sombreros. Otros corresponsales extranjeros, realizaron filmaciones en Asunción, al final del conflicto chaqueño.
1937 - 1954: EL CINE DE LA POSGUERRA
Luego de la Guerra del Chaco, en 1937, se filmó la primera película argumental: “Paraguay, tierra de promisión”. Era una co-producción paraguayo - argentina, hecha en 35 milímetros, con sonido. Fue dirigida por el alemán James Bauer. El guión y la música son del compositor paraguayo Remberto Giménez. Algunas de las secuencias, fueron filmadas en la quinta de la familia Weiler ( Hotel del Paraguay ), en calles de Asunción, en un conocido bar céntrico.
El rodaje de “Paraguay tierra de promisión” no concluyó; versiones mencionan que fue debido a un romance entre la protagonista argentina Maruja Pacheco Huergo, quién era casada, y su compatriota, un actor de apellido Fromiguet, con quien formaba la pareja protagónica.
En 1938, Agustín Carrón Quell dirigió una documental en ocasión del Congreso Eucarístico Nacional, realizado, durante el gobierno de Félix Paiva.
A partir de 1939, se filman películas en 8 milímetros, blanco y negro, sin sonido. Fueron realizadas por el Dr. Juan Max Boettner, prestigioso médico, musicólogo y compositor. De él, existen imágenes de la ciudad de Asunción; actos políticos, desfiles; tomas del Presidente Higinio Morínigo; un viaje en ferrocarril y barco a San Bernardino; grupo de indígenas; una expedición al Chaco en busca de fósiles de mastodontes; un viaje a Caacupe, el Rio Paraguay, la Asunción del Presidente José Félix Estigarribia (1939) y su sepelio (1940); la llegada del Presidente brasileño Juscelino Kubistchek (1941), además de los viajes de Boettner a países latinoamericanos. Son alrededor de 20 horas totales de filmación.
De los años 40 también provienen registros fílmicos de campañas políticas. Se desconoce el formato, la duración y el realizador. Además, se conservan películas sobre el ex presidente de la República Eduardo Schaerer y su familia, en Asunción y San Bernardino, incluyendo escenas del traslado - en el tranvía fúnebre - del féretro del ex mandatario, hasta el cementerio de la Recoleta (1941). Estos registros fílmicos fueron realizados por José Manuel Costas Rodríguez, de nacionalidad argentina, yerno de Schaerer. Costas Rodríguez también filmó al ex Presidente Schaerer y familia en San Bernardino y vistas aéreas de esa ciudad,
En 1947, Agustin Quell filma por primera vez, una operación quirúrgica, la extracción de un enorme quiste a una humilde mujer, todavía en película muda. También realiza la primera película sonora paraguaya, utilizando el sistema de sonido óptico, impreso al costado de la imagen. Fue realizado para una empresa petrolífera extrajera, que realizaba prospecciones en el Paraguay. No se conoce de la existencia de copias de estas películas. Quell también inicia un noticioso para cine, que luego deja de producirse “por falta de apoyo”.
También en el 47, se realiza la documental “Asunción, ciudad de invierno”, realizada por Federico Riera.
El hijo del empresario Esteban Estragó relata que su padre, en 1947/48, forma una empresa con Antonio “Toto” Sacarello, la cual realiza durante un tiempo el noticioso nacional para el cine. En la toma de posesión de Higinio Morínigo, no se les permite entrar en el interior del Palacio de Gobierno, por lo cual tienen que comprar ese segmento a un extranjero que filmó el acto. El hijo de Estragó señala también que se realizó la filmación de un encuentro de básquetbol, en el estadio Comuneros, en 1947, filmación a la cual él asistió siendo niño, como “ciudador” de los equipos. Señala que la película no se proyectó para el público, ya que las tomas salieron un tanto oscuras, debido a la iluminación insuficiente del estadio.
En la década de 1947, Juan Max Boettner, realiza la primera filmación a color “Auto nuevo”, en la ciudad de Caacupe y el cerro del mismo nombre. Filma luego tomas en Asunción, el Río Paraguay y Villa Hayes. Rueda también en la Argentina y Estados Unidos. Utiliza película Kodakcrome de 8 milimetros, sin sonido. En esos años, la familia Norment, misioneros de la Iglesia Cristina Discípulos de Cristo, realiza filmaciones en 8 mm – color; una secuencia muestra la ruta de acceso al Cerro de Caacupé.
En la década del 50, se realizó una documental en las la colonias mennonitas del Chaco Central. Se ven carretas tiradas por bueyes, colonos trabajando en la agricultura, plagas de langostas y tumbas de los pioneros.
En 1954, se realiza “Codicia”, la primera co-produccion paraguayo argentina, con los paraguayos Jacinto Herrera, estrella del cine argentino, Sarita Antúnez, Roque Centurión Miranda y Leandro Cacavellos. Esta película cuenta con música del maestro Herminio Jiménez e incorpora diálogos en guaraní. Fue filmada en película de 35 milímetros, en blanco y negro.
El presidente de la República, Federico Chaves, asistió a la filmación de la primera secuencia de esta película, en la ciudad de San Antonio (aproximadamente a 24 km de Asunción), lo cual demuestra la importancia que el gobierno daba a la actividad fílmica, al menos a esta película.
En 1954, se filma en las localidades de Asunción, Concepción y Puerto Casado, durante maniobras militares. Es un film sonoro, en blanco y negro y que hace una apología del gobierno del Gral. Alfredo Stroessner, que habia subido al poder durante el proceso de montaje de esta película, razón por la cual, Stroessner no aparece.
En diarios archivados en la Biblioteca Nacional de Asunción, se señala que esta documental fue posible con la cooperación de las Fuerzas Armadas del Brasil y el Comando de Transmisiones de las Fuerzas Armadas de Paraguay .
Con el gobierno de Stroessner, se reinicia el Noticioso Nacional, a mediados de la década de 1950. Es en 35 milímetros, blanco y negro y con sonido óptico. Se exhibe obligatoriamente en todos los cines antes de la película principal.
Existe una documental de la visita del dictador Alfredo Stroessner a Santiago de Chile, alrededor de 1956. Es recibido en el Palacio de La Moneda y luego asiste a un majestuoso desfile en una céntrica avenida, donde aparecen tropas, armas livianas y pesadas.
Se realiza otra co-producción con la Argentina: “El trueno entre las hojas”, (1957), con diálogos en español y guaraní, subtitulada en español. Fue dirigida por el actor y director argentino Armando Bó, que realizaba el papel protagónico junto a los actores paraguayos Ernesto Báez, Rafael Rojas Doria, Alejo Vargas, Victorino Báez Irala, Aníbal Romero, los músicos Eladio Martínez y Martín Leguizamón, y los indígenas de la comunidad Maká. El rodaje se realizó en la comunidad de Fassardi y en las riberas del Río Paraguay. La debutante Isabel Sarli –ex Miss Argentina- aparece con los senos desnudos en un arroyo, lo cual produjo un escándalo. Esta fue una película pionera, en cuanto a desnudos, en la filmografía de Paraguay y Argentina.
En 1958, se filma en Asunción un cortometraje argumental “Pequeño hombre se levanta” (16 mm, color) una producción de la Oficina de Servicios de Ultramar de la Sociedad Cristiana Misionera, de los Estados Unidos. Contó con la actuación, entre otros, de Juan Barrios y Esther de Aveiro. En esos años, misioneros de la Iglesia Cristiana Discípulos de Cristo realizan filmaciones en 16 mm color.
En 1958, el Noticioso Nacional realiza su primera filmación a color, en 35 milímetros, en ocasión del ascenso al segundo periodo presidencial del Gral. Stroessner. Durante es año se filma la ceremonia de fundación de Puerto Presidente Stroessner, denominada luego Ciudad del Este. Posteriormente se registra la construcción de la ruta que une este puerto con Asunción, la del puente que lo une con Brasil y la de la represa de Acaray.
Posteriormente, se realizan otras co-producciones con la Argentina, entre las cuales se encuentran: “En la vía” (no se llegó a estrenar) y “La sangre y la semilla” (1959), en español y guaraní, con subtítulos en español, con la actuación de Ernesto Báez, Carlos Gómez, Emigdia Reisófer, Mercedes Jané, Mario Prono, Rafael Rojas Doria y César Alvarez Blanco.
Durante la década de 1960, José Palazón realiza numerosas filmaciones de la vida cotidiana y de viajes, al igual que otras familias paraguayas. Muchas de estas películas están perdidas o deben ser rescatadas, ya que muestran la forma de vivir y el Paraguay de la época.
En 1961, se filma en Paraguay otra de las películas del dúo Armando Bó-Isabel Sarli: “India”, en la que actuaron nuevamente los indígenas de la comunidad maká y fue rodada en su asentamiento, que entonces estaba ubicado en las riberas del Río Paraguay, en Zeballos Cué.
Debido a los controles que impone la naciente dictadura de Stroessner, el director argentino Lucas Demare, decide no filmar en Paraguay la película “Hijo de Hombre” (conocida también con los nombres “La sed” y “Choferes del Chaco”, 1961)
En 1962, se filma la coproducción con Argentina “La burrerita de Ypacarai”, en 35 milímetros, cinemascope y color, protagonizada por la estrella argentina Isabel Sarli y el paraguayo –conocido mundialmente- Luis Alberto del Paraná, quien actuó y se también encargó de la música. Esta película fue dirigida por el argentino Armando Bo.
Durante ese mismo año, se filma en el Puerto de Asunción y en el humilde barrio de la Chacarita, parte de la producción franco-italiana “Rata de América” con el famosos actor y cantante frances, Charles Aznavour y la francesa Mary De Laforet. Entre los actores paraguayos estaban Zuny Joy, Sara Gimenez y el jóven Richard Badouh. La producción en Paraguay estuvo a cargo de Enrique Tomás Salomón, ligado al gobierno del dictador stroessner. Era foquista un argentino, Agustín Royg, quien en esa época era propietario de la “Panadería del Sur” en Rio Blanco (luego República de Colombia) y Antequera. “Rata de América” se presentó en el Festival de Cannes (Francia) en 1963, junto a renombradas películas como “Il Gatopardo” del consagrado director italiano, Luchino Visconti.
La película se proyectó durante unos cinco días en un cine céntrico de Asunción, pero luego fue retirada. Existen versiones que sostienen que las causas se deben a que para el dictador Stroessner, la película no reflejaba la realidad del país bajo su gobierno. El personaje de Charles Aznavour, por ejemplo, aparece acostado en una hamaca en un rancho de la Chacarita y al fondo se puede ver el Palacio de Gobierno. Semejante contraste habría sido molestoso para el dictador, quien era celoso de la imagen que Paraguay pudiera proyectar en el exterior. Por otra parte, el argumento involucra al país en un caso vinculado con las guerrillas de izquierda, y eso era inaceptable desde una óptica oficial.
En la década del 60, hay varios intentos de argumentales paraguayas, hechos por el argentino radicado en Paraguay, Agustin Royg (ex foquista de “Rata de América”). En “El amante inoportuno” actuaron Armando Rubin y Alexis Casco Pane, entre otros. No llegó al proceso de sonorización. Era en película de 16 milimetros, en blanco y negro.
Otra realización “Adios a mi valle” con Los Compadres (Rafael Rojas Doria y César Alvarez Blanco) no pudo ser concluida ya que la imagen vibraba por una desincronización que se produjo en los mecanismos de la cámara, durante la filmación.
En 1965 llega la televisión abierta al Paraguay, con el Canal 9. Se empieza a utilizar películas de 16 mm en blanco y negro, para sus noticieros. Generalmente son mudas, con relato en vivo realizado en estudio. En algunos casos se utiliza el Audicom, película de 16 mm que tenia una banda magnética, cinta parecida a la que se utilizaba en la grabadoras de sonido, para registrar allí el audio.
También en los años sesenta, un sociólogo francés Dominique Francois realiza las documentales “Kuarahy Ohechá” (sobre una familia campesina) y “Manohára”; otra sobre el leprocomio Santa Isabel de Sapucai, en 16 mm, negro y blanco, sonido óptico.
Asimismo, en esa década se abre la Escuela de Medios Modernos de Comunicación de la Universidad Católica, bajo la dirección el Padre jesuita Francisco De Paula Oliva. Se realizaron contrometrajes en 8 mm. que eran destruidos luego de su exhibición para evitar que cayeran en manos de la policía de Stroessner.
Se anuncia un Festival de Cine Estudiantil. Se empieza la filmación de algunos proyectos, pero al parecer no se culmina por las restricciones políticas de la época. El entonces estudiante Juan Pastoriza inicia la filmación de un cortometraje en Ypacarai, en 1971.
También en la década del sesenta, surge un grupo de cine experimental encabezado por Carlos Saguier, e integrado por el actor Antonio Pecci y el periodista Jesús Ruíz Nestosa, entre otros. Filman, “Francisco”, “La silla” y “La costa”. Su realización más destacada es el mediometraje en blanco y negro y color “El Pueblo” (1969), que obtuvo excelentes críticas en Europa. Debido a la represión política de la época, las copias fueron escondidas y el grupo se disolvió.
Paralelamente, Guillermo Vera realiza una serie de documentales con apoyo del gobierno y entes vinculados. Vera había estudiado cine en España y le tocó actuar en varias coproducciones europeas. A su vuelta realizó “Luna de miel en Paraguay”, “La caza y la perdiz”, “Safari en el Chaco”, “La represa de Acaray”, “Paraguay, tierra de progreso”, “Estampas de Asunción”, “Oikove don Bosco”, “Crisol de gloria” y “La voluntad de un pueblo”.
Alrededor de 1970, Alberto Lares, realiza la documental “Alto Paraná”, en película color de 16 mm., con la actuación de la cantante Juanita Colmán, ganadora del primer concurso de canto de la televisión paraguaya.
Existe una filmación de principios de la década del 70, donde aparece el entonces ex presidente Natalicio Gonzalez y su esposa, en una recepción en la ciudad de México. Se trata de una filmación muda, en 16 mm., a color.
En 1971, un equipo de la televisión italiana (RAI) filma un especial sobre Paraguay, en blanco y negro, 16 mm, sonoro. En uno de los segmentos se reconstruye el 1 de marzo de 1870, antes de la batalla final de Cerro Corá, en la Guerra contra Argentina, Brasil y Uruguay. Roberto De Felice encarnó al Mcal López y Edda de los Rios encarnó a Madame Lynch. Entre otros actores se encontraba Manuel Cuenca (con 14 años), quien encarnaba a un guardia del Mcal López. El rodaje se realizó en la entrada del predio que luego ocupó el Hotel Itá Enramada, a orillas del Río Paraguay, en las cercanías de la capital paraguaya. Fue exhibida en un programa que conmemoraba el Día de los Héroes (1 de marzo), por Canal 9 de Asunción.
En 1973 se realiza un corto en 16mm, blanco y negro, mudo, que sirve de inicio a la obra teatral “Pescados Comidos” una creación colectiva del Grupo Ensamble, dirigido por Victor de los Solares.
El proyecto Marandú, realiza un cortometraje a color y 8 mm. sobre el concepto de propiedad en el mundo indígena y en la cultura occidental, con el Teatro de Títeres de la Misión de Amistad. Esta producción contó con la asesoría de los antropólogos Miguel Chase Sardi y Marilín Rehndferlt. La dirección fílmica estuvo a cargo del cineasta español radicado en Paraguay, Angel Llorente
El Agregado Cultural frances Maurice Elbaz realiza un cortometraje, 8mm, color, sonido magnético, sobre los mitos del Paraguay.
A causa de la represión creciente del gobierno militar en la Argentina, interrumpe sus estudios de cine en Córdoba, Luis Casco Pane, para volver al Paraguay, donde realiza trabajos en 8 y 16 mm.
Realizó “Un día, un niño” (1979, inconclusa), junto a Ray Armele, Augusto Riquelme y Marcial Ruíz Díaz, con la actuación de Juan Ramón Benítez. Fueron utilizadas películas en 16 mm., blanco y negro.
En el año 1977, en la cátedra de Técnica y Estética de Cine, a cargo del padre Jesús Montero Tirado, se realizan cortometrajes, entre ellos dos basados en cuentos de Mario Halley Mora. “Los dos diarios” de Manuel Cuenca, en 8 mm, color, con sonido magnético, contó con la actuación de María Inés Rodríguez y Miguel Angel González. “Calaito Sosa” de Carlos Flores y Oscar Torrents, fue filmada en dos versiones, una en 8 mm color, con cámara de Leonardo Miño, y otra en 16 mm blanco y negro, con cámara de Vicente Marsal. Actuaron Luis Ughelli y Beatriz Avalos, en los roles principales. Debido a la falta de recursos económicos, la película quedó inconclusa.
En esos años, egresan de la Escuela de Cine de Moscú, los paraguayos Augusto Giménez (guionista) y Galia Giménez (directora). Debido a las restricciones de la dictadura no pueden volver al país. En la Escuela de Cine de Moscú, Galía había realizado cortos y mediometrajes en 16, 35 y 70 mm. Entre ellos dirigió “La Venganza”, que transcurre en Latinoamérica; fue filmada en Georgia y doblada al castellano.
En 1978, se estrena el primer largometraje de producción paraguaya “Cerro Corá”, del director Guillermo Vera, protagonizado por Roberto De Felice y Rosa Ros. El director de fotografía, el camarógrafo y el encargado de efectos especiales eran argentinos. A partir de allí, todas las películas hechas en Paraguay, serán en 35 mm y en color. Posteriormente, Vera realiza “Kapanga” (1981) con producción del brasilero Tony Vieyra.
En 1978, se filma la co-producción paraguayo – brasilera “El amante de mi mujer” con la actuación de la princesa alemana Ira Von Fustemberg. El productor por la parte paraguaya fue Alberto Lares.
En 1979, se deja se usar películas de 16 mm en la televisión de Paraguay, ya que se generaliza la utilización de videocaseteros portátiles, de ¾ de pulgadas, para la realización de notas en exteriores. Ese mismo año, Alberto Lares, dirige el largometraje documental “Cómo se construye una nación”.
Gregorio López Grenno, filma las documentales “De barro y fibra de coco” (1981); “Paula Sánchez, ceramista” (1982) y “Poncho de sesenta listas” (1983), en película super 8, color, con sonido.
Los alumnos de la Universidad Católica forman el Taller Universitario de Cine (TUC), donde se realizan “El beso” (1982/83), 8mm, color, sonido magnético, con guión de Beatriz Pompa, quien integraba el grupo junto a Luis Ughelli, Reinaldo Martínez y Pedro Caballero Galoppo, Darío Elías, Blanca Massare, Leonardo Miño, Oscar Torrents, Carlos Flores, José Luis De Tone, ntre otros. En “El beso” actuaron el niño Pablo Ardissone (hijo del actor José Luis Ardissone), Alejandra Mora (hija de la actriz Hedy González Frutos), y la modelo Cynthia Paredes. Fue filmada en la casona de la Flia Mantero-Da Costa, en Aregua.
El TUC también llegó a filmar la producción “La escalera” (1983), que quedó inconclusa. Fue realizada en Super 8, color, sonido magnético.
Hugo Gamarra, retorna al país luego de estudios de cine en los EE.UU. y dirige la documental “Peregrinación a Caacupé” (1983), en película color, 16 mm, que conoció de dos versiones, una en español y otra en inglés.
En la década del 80 se filman en Paraguay varias películas extranjeras: “República guaraní” de Silvio Back (Brasil, 1981), “Noites paraguayas” de Aloysio Paulino (Brasil), Tupasy Caacupe-Sendero de Esperanza” de Lázaro Ochoa (Paraguay-España), “La guerra del Paraguai” de Silvio Back (Brasil, 1986), “Los corruptores”, conocida también por “Os corruptores da fronteira” o “Amor salvaje” (Brasil –Argentina, 1988), “La bailanta” (Argentina, 1987), “La pantera desnuda” (Brasil), “Vicios de mujer”, “Iván, el brujo”, “Un paraguayo en apuros” y otros (Paraguay – España, 1983).
En 1981 se inicia, la filmación de la co-producción argentino-española “Zama” ambientada en la epoca de la colonia española, protagonizada por los conocidos actores españoles Juan Pardo y Charo López. La dictadura de Strossner les da permiso de rodaje, seis meses después de instalado en Asunción el equipo de producción, lo cual les impide rodar en monumentos públicos e iglesias. Por esta razón el rodaje se suspende definitivamente antes de su conclusión. Este fracaso tiene otras consecuencias, como el caso de la famosa película “La Misión”, cuyos productores desistieron de filmar en Paraguay dados aquellos antecedentes. Otros casos, como el de “La guerra de un hombre” (que trata sobre el caso del asesinato de Joelito Filártiga), no pudieron ser rodados en Paraguay por motivos políticos.
En 1988, la directora germano-argentina Maria Louise Áleman, dirige un taller en el Instituto Paraguayo-Alemán de Asunción. Como resultado se produce un corto en 8 milímetros (color), titulado “Fabricaciones”. La realización aludía, simbólicamente, a la dictadura de ese momento. En la escena final, se realizan, por primera vez en el cine de Paraguay, desnudos frontales masculinos, con los actores Manuel Cuenca, Beto Ayala y Carlos Torres.
Luego de la caída de la dictadura, vuelven al Paraguay los hermanos Galia y Augusto Gimenez, pero no filman hasta mediados de la década del 90.
Se filma la película suiza “Desencuentros”, de Leandro Manfrini (1992), con la actuación de José Luis Ardissone, Gustavo Calderini, Humberto Gulino, Elisa Godoy y otros. Trascurre en los años cincuenta y evoca la presencia del sabio Moisés Bertoni en el Paraguay.
Se filma la co-producción paraguayo-sueco-chilena “Miss Amerigua” (1993) dirigida por el chileno Luis Vera, con la participación de actrices y actores paraguayos y extranjeros residentes en el país.
Juan Carlos Maneglia, con la co-dirección de Tana Schembori realiza en la decada del 90, el cortometraje “Amor basura” rodada en 35 milímetros. Estos directores, realizan dos cortometrajes más, esta vez en 16 milímetros en la Escuela de Cine de Nueva York, donde también filma un cortometraje Gabriela Zucolillo.
Se filma la co-producción paraguayo-brasilera “El Toque del oboe” (1998) dirigida por el brasileño Claudio Mc Dowell. Gana varios premios en el exterior.
A finales de la decada del 90 se realizan las primeras películas digitales paraguayas, filmadas en video U-Matic (3/4 de pulgadas) pero ya con edición digital en computadora. Se trata de “De paso por la vida” de Carlos Benegas y “El portón de los sueños” (Vida y obra de Augusto Roa Bastos) (1998), de Hugo Gamarra. “De paso...” es un mediometraje de 60 minutos, sobre la vida del poeta de principios del siglo 19, Alejandro Guanes, protagonizada por José Luis Ardissone. “El portón...” es un largometraje de documental ficción protagonizado por el escritor Augusto Roa Bastos.
A partir del año 2000, se intensifica el uso de las técnicas digitales para la realización de películas. Durante el 2000 y el 2001, con la producción de Manuel Cuenca, Galia Gimenez dirige “Réquiem por un Soldado” una historia original de Augusto Gimenez. La pelicula está protagonizada por Manuel Rodríguez, Clara Gimenez, Manuel Cuenca , Victor Bohbout Chavez y Emilio Barreto.
En el 2002, con la producción de Ramón Aguayo de la empresa “PY Entretenimientos”, Galia Gimenez dirige y estrena “Maria Escobar”, su segundo largometraje, con la actuación de las debutantes Julia Gómez y Ruth Ferreira, el actor de teatro popular Avelino Ruiz Diaz y Christian Perez (“Réquiem por un Soldado”). El guión de Galia Giménez está basado en una idea original de ella misma, de Manuel Cuenca y Ramón Aguayo.
En el 2002, “Réquiem por un Soldado” y “Maria Escobar” son seleccionadas y participan en el Festival de Cine Latinoamericano de Washington, organizado por el American Film Institute y la Organización de Estados Americanos (OEA). “Réquiem por un Soldado” tiene su estreno mundial en ese Festival.
En el 2002, Enrique Collar filma “Miramenometokei” (Espinas del alma), su primer largometraje y lo estrena en mayo de 2003, luego de pasar por los Festivales de Toulouse (Francia), Chicago (Estados Unidos) y el Festival de Cine Pobre (Cuba). Posteriormente se presenta en el Festival Latinoamericano de Cine de Washington, D.C.
En el año 2006, se estrenaron los largometrajes digitales “Acople” y “Derecha – Izquierda” ( Augusto Netto y Rafael Cohan), “Tierra roja” (Ramiro Gómez), “Carimea” (Ray Armele) y “Cándido Lòpez, los campos de batalla” (José Luis García) (Argentina-Paraguay)
“Hamaca paraguaya”, de Paz Encina, realizada en 35 mm. obtiene el Premio de la Crítica Internacional, del prestigioso festival de Cannes (Francia).
En el 2007, se estrena las películas digitales “Profesión cinero”, de Hugo Gamarra y “Tierra roja”, ésta última es premiada en el Festival de Cine de Mar del Plata. También se estrena el tercer largometraje digital de Galia Giménez, “El Invierno de Gunter” adaptación de la novela de Juan Manuel Marcos, ambientada en los años 70, durante la dictadura stronista. La película está protagonizada por Ruth Ferreira (“Maria Escobar”), Shirley Giménez y Emilio Barreto (“Réquiem por un Soldado”).